Rooftop Salón 1923, para brindar con las mejores vistas de Buenos Aires

En el piso 16 del mítico Palacio Barolo se destaca este bar con vista a las grandes cúpulas de Avenida de Mayo y el Congreso de la Nación. Habitualmente, el restaurante abre desde la mañana, pero la mejor hora para visitarlo es cuando cae el sol y se encienden las luces de la ciudad. Normalmente, se puede ir de lunes a sábados desde las 9 y el cierre es lunes y martes a las 21 y de miércoles a sábados a las 23.
El arquitecto Mario Palanti diseño este magnífico lugar con la intención de crear un rincón de regocijo para que las personas puedan disfrutar de la Ciudad desde un punto privilegiado. Pero no fue hasta 2019 que pudo ser inaugurado, ya que si bien figuraba en los planos originales aún no se había concretado su usó como salón. Los responsables de Salón 1923 (el nombre se debe a que en ese año concluyó la construcción de este edificio) son los hermanos Thärigen, Tomás y Miqueas, bisnietos de uno de los primeros inquilinos del Palacio, el contador Carlos Jorio.
El Rooftop Salón 1923 corona un Palacio que representa los sueños de la época dorada argentina. La antesala de la experiencia es entrar al imponente edificio por un Pasaje donde reciben los Dragones del Inferno que el Arq. Mario Palanti creó para representar La Divina Comedia de su admirado Dante Alighieri. Desde allí, se ascenderá hasta el piso 14 por los ascensores que parecen máquinas del tiempo por su nivel de detalle y prolija puesta en valor. Luego queda subir los dos pisos por escaleras de blanco mármol de carrara y encontrarse con las panorámicas más espectaculares de la ciudad.
Cuenta con una amplia carta de bebidas, en la que se puede elegir cócteles simples y conocidos hasta otros más sofisticados y exclusivos que están inspirados en La Divina Comedia y la simbología del Barolo como Las Tres Damas (Whiskey Jameson, almíbar de frutos rojos y soda), La Otra Orilla (Ron Malibú, jugo de naranja, pulpa de frutillas y almíbar de vainillas), Lujuria (Vodka, Cointreau, agua de Jamaica y jalapeños, almíbar, maracuyá) y El Paraíso (Gin, té de rosa mosqueta, lemongrass, jengibre y almíbar). También se pueden saborear los clásicos “vintage cocktails” (Dry Martin, Negroni, Sidecar y Gibson), tragos frutales como la tradicional Piña Colada, así como también un buen vino o un champagne bien frío.
Otra opción es pedir simplemente una cerveza y entrar en modo contemplativo. En el aspecto gastronómico ofrece espectaculares brunchs, almuerzos y cenas con clara influencia italiana (con entrada, platos principales y postre), tablas de quesos y fiambres.
El acceso es con reserva previa en https//:reservas.salon1923.com o reservas@salon1923.com

